Descubre cuatro editores de vídeo para Linux

Seguramente hayas pensado alguna vez en convertir tu sistema doméstico Linux en una estación de trabajo multimedia . También seguramente te habrán dicho que te vayas a lo grande y te compres un carísimo equipo Mac porque son los mejores o que tengas un buen equipo con Windows ya que la mayoría de programas compatibles están para esta plataforma.

Esto no es del todo verdad. Si bien sí puedes necesitar un gran equipo con una maquinaria muy potente como pueda ser un Mac o aplicaciones muy orientadas al usuario profesional como Avid o Premiere que se pueden ejecutar en Windows, también depende de tus necesidades . Puede que sólo quieras algo para editar pequeños vídeos sobre tus vacaciones u otras pequeñas películas caseras, en cuyo caso no necesitas irte a ninguna de esas soluciones. Pero si lo que quieres es un editor de vídeo más profesional y no quieres abandonar tu instalación de Linux, entonces quizá con unas cuantas ampliaciones de hardware podrías tener una estación de trabajo competente con un coste cero en lo referente al software. Por eso hoy te vamos a hablar de cuatro editores de vídeo para Linux que, si no conocías, vale la pena que conozcas.

Openshot

Se trata del e ditor más sencillo y más orientado a la edición doméstica de los que vamos a hablar hoy . En esencia y por hacer una analogía, sería el equivalente libre del Windows Movie Maker. Tiene un buen número de funciones soportadas y es capaz de trabajar con un amplio espectro de archivos de vídeo. Si lo que quieres es montar pequeños videos caseros o pequeños proyectos que no requieran grandes cantidades de trabajo es para ti. Si buscas algo más completo, te animamos a que mires otras opciones.

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Pitivi

Pitivi es otro editor para Linux sencillo, pero tiene posibilidades de ser mucho más. Permite una flexibilidad de trabajo mayor que la de Openshot y cuenta con funciones mucho más avanzadas . El flujo de trabajo y la usabilidad generales son más “profesionales” por así decir que las que obtenemos con el programa anterior, pero aún así le queda mucho para ser una solución completa en la que puedan confiar usuarios profesionales. No obstante, si buscas una solución algo más avanzada y con una usabilidad más lograda, que en un momento dado te permita lanzarte a ediciones más complejas, Pitivi es para ti.

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Cinelerra

No te dejes engañar por la interfaz que ves en la foto: con Cinelerra estamos empezando a hablar ya de cosas muy serias . Este editor de vídeo para Linux está orientado al usuario más profesional, ya que soporta edición y proceso de audio de hasta 64 bits así como proceso de señal de vídeo en RGBA y YUVA. Sin embargo, tiene un fallo importante: Cinelerra no admite vídeos con ratio de píxeles que no sea de 1:1 (máxima calidad), lo que implica que hay que comprimirlos antes de editarlos.

Cinelerra también incluye un motor de composite que realiza las mismas funciones que programas como After Effects de Adobe , y es uno de los editores libres mejor considerados dentro del entorno profesional.

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Lightworks

La joya de la corona. Lightworks es, a día de hoy, el mejor editor profesional que existe para Linux , aunque también puedes encontrarlo en Windows y en OS X (originalmente se desarrolló para Windows a principios de los ’90). Es gratis usarlo de forma no comercial , pero si quieres poder usar las versiones profesionales hay que pagar entre 20 y 340 € que van desde una licencia para un mes a una para toda la vida que incluye dos códigos de activación.

Lightworks soporta una amplia variedad de espacios de color así como de formatos de vídeo . También soporta tarjetas gráficas NVIDIA y AMD, y en el caso de Linux recomienda encarecidamente usar drivers propietarios a la hora de usarlo con garantías.

Con Lightworks se han producido, además, unas cuantas películas memorables, que van desde El discurso del rey de 2010 hasta la remasterización del Batman de Tim Burton , originalmente aparecido en 1989. En pocas palabras, si eres un usuario profesional y te lo puedes permitir, Lightworks es tu mejor opción si quieres usar un sistema Linux para trabajar la edición de vídeo.

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Con esto ya tenéis cuatro opciones que, dependiendo de vuestro nivel de exigencia, podéis añadir a vuestra instalación de Linux de forma que se convierta en una pequeña (o gran) estación de trabajo multimedia.